¿Quién no ha escuchado alguna vez? ¡prepárate para cuando llegue la etapa de las rabietas! 

¡Sí! ¡A todos nos llega! Más, menos… pero todos los niños pasan por la fase de las rabietas, ya que éstas forman parte de su desarrollo madurativo y del desarrollo del autocontrol. Se le llama también “La mini adolescencia”. Entre los 2 y 3 años suele ser el tiempo donde más se manifiesta, pero puede haber niños que la presenten antes, a partir del año y medio y se puede prolongar hasta los 4 años, y a partir de ahí, la tendencia natural es ir reduciéndose.  

 Lo mejor que podemos hacer es estar preparado para ello, para saber como actuar.   

Os dejamos algunos consejos para poder acompañar a nuestros hijos cuando están en ese momento:

  • No te lo tomes como algo personal, ellos necesitan expresar lo que están sintiendo y no saben hacerlo de otra manera.
  • “Los problemas de pequeños son sus grandes problemas” Decirle que es una tontería y que no se llora por eso, no sirve de nada, incluso lo empeora, si ellos están sintiendo es porque es importante para ellos.
  • Es importante que busquemos el motivo por el cual se puede originar estas rabietas, por ejemplo, ¿Qué la puede provocar? ¿Tiene sueño, hambre, le he apagado la televisión sin previamente avisar, quería un juguete que le encantaba y le he dicho que no, se le ha perdido su superthing favorito?
  • Mantén la calma. No te dejes arrastrar por la manifestación de la emoción que presenta, porque cuanto más nervioso te pongas, más lo estará él. Al contrario, cuanto más tranquilo me encuentre, más se calmará él.
  • No razonar con él en ese mismo momento, físicamente no se muestra preparado para escuchar y entender lo que le queremos decir. Espera a que esté tranquilo para hacerlo.

En realidad, son muchas las estrategias que podemos utilizar para acompañar a nuestros hijos en las rabietas. Pero también podemos aprender técnicas que nos ayuden a prevenirlas y reducirlas. 

-Escuela de Familia García-.

En nuestro entrenamiento SER Y HACER FAMILIA, tocamos muy de fondo este tema porque sabemos, que, igual que nos ha pasado a nosotros, que pueden ser motivos de mucha tensión y estrés en la familia.

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